
La extensión de Internet en todas las esferas de la vida social ha generado una avalancha de huellas digitales, que se convierten en información.
La experta en marketing digital Alexis Meyners explicó, en una conferencia en la escuela de negocios ESERP de Palma, que Google y Facebook lo saben todo de nosotros, “en algún momento entramos dentro de esas plataformas y les dimos permiso para que utilicen nuestros datos”.
En este sentido, yo un día me di de alta en la plataforma Netflix. Una empresa comercial estadounidense de entretenimiento.
Netflix proporciona, mediante una tarifa plana mensual y a través de Internet, un streaming de contenido multimedia: películas, series de televisión y documentales.
Pero no siempre fue así. Cuando Netflix nació enviaba por correo postal el DVD que el cliente solicitaba. La empresa fue fundada en el año 1997 y tiene su sede en Los Gatos (California).
Netflix es un proveedor de vídeo por suscripción que ha utilizado el big data para conocer qué quieren sus clientes.
Para ello diseñaron la estrategia perfecta:
- Conocimiento de su audiencia
- Estratificación por target
- Creación de un ecosistema de influencia para llegar a su público con series que quieren ver
Generan contenido audiovisual y aprovechan el proceso para ser una sociedad en red.
Para que yo siga ‘enganchada’ a su plataforma debe proporcionarme lo que yo deseo. Y ¿cómo sabe Netflix lo que me gusta? Sencillo, gracias al big data. Es decir, a través de la huella digital que yo les doy junto a más de 140 millones de suscriptores.
La idea de negocio de Netflix se puede resumir en esta premisa: ‘Te ofrezco el contenido que tú quieres’. Netflix ha sentido la obligación de entender a su público. Ha tenido que parar a pensar qué quieren sus clientes.
El big data le proporciona el comportamiento que realizan los suscriptores. El algoritmo de Netflix facilita esta información a la empresa y está la interpreta para ofrecer las series de una forma no vista antes.
La cuarta revolución industrial está sucediendo ahora. En estos momentos las máquinas están registrando lo que hago (siempre que les haya dado permiso) recogen, almacenan, preservan y analizan mi comportamiento para ofrecerme lo que yo deseo.
Yo estoy suscrita a Netflix. Soy un perfil más para ellos. He caído en sus redes de la distracción y el entretenimiento. Pero no me engañan yo quiero ver una película y en lugar de ir al cine o conectar con los canales de televisión, conecto con Netflix a través de Internet y me pierdo en su mundo de ficción.
Referencias:
- Netflix: Las claves del éxito basado en Big Data
- Los resultados de Netflix que han sorprendido en todo el mundo
- Champeau,S. Innerarity,D. Internet y el futuro de la democracia. (2012) Barcelona. Paidós
- Royo, A. La sociedad gaseosa. (2017) Barcelona. Plataforma Actual.
- Castells,M. Redes de indignación y esperanza. (2012) Madrid. Alianza Editorial.
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